El teatro Arbolé nos recibe con un túnel cubierto de árboles colgados al revés, cuadros y varios títeres,así como siluetas del teatro de sombras.
Don Quijote y Sancho Panza han sido dos impresionantes marionetas, testigos junto a nosotros, de las aventuras de dos regidores de la época,de un mono y del maese Pedro y su retablo sobre Melisendra.
Cómo no, al final Don Quijote sale en defensa del más débil y del amor,dando rienda suelta a su espada.
Con música nos hemos despedido,
Las palmas el ritmo han seguido,
Cantando al caballero de la triste figura,
Conocido por su locura... Y bravura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario